Oración para todos los días:
Amadísima Santa Ana, Madre de María la Virgen; al contemplar cómo el Padre te eligió entre todas las santas para tan alta dignidad, hallamos el gran valor de tu poderosa intercesión ante el Señor, que tu Hija María te honra y hace tu voluntad en el cielo como lo hizo en este mundo, y que no hay necesidad espiritual o corporal que no quieras o no puedas remediar. Animados con esta confianza, te encomendamos todas nuestras necesidades y deseos, los de nuestras familias y los de toda la Iglesia, para que nos alcances una vida semejante a la tuya, modelo de todas las virtudes; y después de una muerte en tus brazos y en los de tu Hija María, Madre de Jesucristo y Madre nuestra, pasar a la felicidad eterna de la Gloria. Alcánzanos también, amada Santa Ana, el perdón de nuestros pecados y el aumento de nuestra fe, esperanza y caridad, para que, viviendo y muriendo como tú, seamos dichosos contigo en la Casa del Padre. Amén.
(Se rezan tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria).
Oración final para todos los días :
Oh Dios que diste a Santa Ana la gracia de ser Madre de la Madre de tu Unigénito, concédenos por tu bondad y misericordia, que los que veneramos a la Santa con particular devoción en la tierra, merezcamos lograr su poderoso patrocinio, para después gozar en su compañía de la eterna bienaventuranza en el Cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración:
Señor, sea eternamente bendita la gloriosa Santa ana, por haber tenido la dicha de llevar en su seno a la Santísima Virgen María, Madre de Dios. La acompañamos con todo nuestro afecto y devoción en la alegría que experimentó en el nacimiento de su Hija, y la felicitamos por el generoso sacrificio que hizo al Altísimo cuando la presentó en el Templo.
Dígnate, Santa Ana, presentarnos con tus manos a Jesús y a María, y sé ante ellos nuestra especial protectora y abogada.
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo, bendita tú entre todas las mujeres y bendita tu santísima Madre, Santa Ana, de la cual naciste sin mancha de pecado, y de ti nació Jesús, Hijo de Dios vivo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.